Reconozco que esta entrada no tiene en absoluto, nada que ver con lo que se supone que iba a ser el tema principal, pero como hoy en día se lleva "el todo vale" igual esta entrada también puede ser considerada "arte". Y es que el otro día me llamó mucho la atención un documental que vi sobre el TOC (trastorno obsesivo compulsivo) o lo que comúnmente, la gente de a pie llamaría "manías". Pero resulta que no, que no son simples rarezas, que es algo mucho más importante que eso. Se trata de un problema que afecta al 2% de la población (unos 100 millones de personas en el mundo).Dice la Wikipedia que una persona que padece de TOC se da cuenta que tiene un problema, al igual que se da cuenta la gente que le rodea. Es obvio que los demás se van a percatar teniendo en cuenta que el hombre del reportaje por ejemplo, cada vez que salía del coche, comprobaba si estaba cerrado, daba una vuelta sobre si mismo y volvía a cerciorarse de que estaba bien cerrado; cuando estaba en su casa e iba a dar un trago al agua, tenía que golpear el vaso 16 veces contra la mesa; o cuando estaba en una cafetería acompañado de su mujer, se echaba el azúcar en el café y tenía que golpear la cucharilla contra el vaso otras 16 veces (TOC numeral). El número 16...¿por qué? Nadie lo sabía, ni el mismo podía contestar a una pregunta con la que tenía que convivir diariamente.
Este documental me hizo pensar en muchas manías que tiene la gente, y que a mi en persona me despierta curiosidad, y es que muchos se pueden sentir un poco identificados. Una chica que conocí se obligaba cada vez que iba a dormir, a adelantar la zapatilla (de estar por casa) derecha más que la izquierda o contar necesariamente el número de escalones cada vez que subía unas escaleras. Otras manías como la prohibición absoluta de pisar las líneas del suelo, o entrar con el pie derecho en algún sitio y tener que salir con el izquierdo. La conclusión que saqué de todo esto fue contradictoria: dicen que hasta hace unos años estaba considerada una enfermedad psiquiátrica y puedo estar en parte de acuerdo. Tampoco creo que sea de camisa de fuerza y habitación acolchada pero tiene que ser espantoso vivir toda tu vida con unas obsesiónes tan llamativas como las del pobre hombre este. Pero por otra parte creo que son ganas de sacar nuevas enfermedades, que es algo que si uno mismo quiere se puede curar (ansiedad pura y dura). Y digo esto porque entre los tipos de TOC que existen hay uno llamado "acumulador" que son personas que coleccionan objetos insignificantes y de los cuales no pueden desprenderse, vamos el síndrome de Diógenes de toda la vida. No creo que una serie de medicamentos te curen algo que no es físico sino psicológico. Yo lo sigo viendo como simples manías que se van incrementando poco a poco, y que hay que saber controlar antes de que se nos vaya de las manos. Hay otras que por supuesto afectan a gente que está mal de la quijotera, pero eso es harina de otro costal.




