Maurits Cornelis Escher fue un artista bastante enigmático tanto por su personalidad como por su obra. A pesar de que desconocía las teorías matemáticas, sus composiciones están llenas de elementos geométricos y perspectivas. Lo considero un artista muy interesante, primero porque se dedicó al grabado en madera, tanto xilografías como litografías, una técnica que requiere mucha precisión; y segundo porque ningún artista de su época (primera mitad del siglo XX) ha plasmado en sus obras una temática tan atrayente. Sus estampas están llenas de ilusiones ópticas y representaciones oníricas.
Escher declaró que el no utilizaba drogas ya que sus sueños eran suficientemente horribles. Con esto me refiero a que es por todos sabido que muchos artistas han optado por la vía de los estupefacientes para poder realizar sus creaciones, sin embargo Escher plasmaba en sus obras lo que veía en sus sueños sin más, es decir, sin quere transmitir ningún mensaje, una lástima por cierto para aquellos críticos que se empeñan en buscar en las obras significados absurdos. Y es que era un artista que grababa por placer, sin la necesidad de agradar a un público, de hecho destruyó muchas de sus planchas al final de su carrera para evitar que se realizasen copias de los originales.
Es curioso que en muchas de sus obras parte de la teselación, es decir de una partición del plano en figuras idénticas sin que quede ningún espacio libre entre ellas ni se superpongan unas a otras como por ejemplo podemos ver en Reptiles (1943) en el cual los lagartos salen del plano bidimensional para convertirse en tridimensionales pasando por una serie de figuras geométricas.
Son obras con tal minuciosidad que dan que pensar, no por lo que pueda significar sino porque el espectador se queda absorto mirándolas e intentando descubrir por dónde empezó a realizar algunas de sus ilustraciones puesto que parecen no tener principio ni fin.
Hay que recordar que son grabados, mucho menos manejables y con más dificultad que las pinturas sobre lienzo.


Joder, es una pasada lo que hace este tío. La imagen de las dos manos es acojante. Me lo apunto sin discusión, a seguir sorprendiendo. un abrazo
ResponderEliminarla palabra "acojonante" la quería haber puesto en la entrada pero no me parecía adecuado utilizar un vocabulario tan soez ;)
ResponderEliminarjoer, pues es "tremebundo"!!! ;)
ResponderEliminarsi te fijas que yo no lo había hecho, puse acojante, que es una mezcla entre cojo y antes, quizás visto así ya no suene tan soez, jaja.
ResponderEliminarjajajajaa si si me fijé después y me moló! no te preocupes que ya la utilizaré para alguna entrada!
ResponderEliminarVi, tremebundo quedaría hasta cursi al lado de una obra como la de este artista ;)